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Karina (mamá de Martina): un sábado a la tarde, después de bañar y peinar a Martu, me pidió que llame a su tía por teléfono porque le tenía que decir algo:
“Tía, ¿podés venir esta tarde con el tío?
No puedo, ¿por qué?
Porque estoy preciosa y quiero que me vean.
Victoria (mamá de Santiago): furioso porque tenía que irse a dormir, Santi me dijo: mami, estoy enfadado. Asombrada, por la palabra utilizada, le pregunté si él sabía qué era estar enfadado. ¡Sí, mami, es estar muy “nojado”.
“Tía, ¿podés venir esta tarde con el tío?
No puedo, ¿por qué?
Porque estoy preciosa y quiero que me vean.
Victoria (mamá de Santiago): furioso porque tenía que irse a dormir, Santi me dijo: mami, estoy enfadado. Asombrada, por la palabra utilizada, le pregunté si él sabía qué era estar enfadado. ¡Sí, mami, es estar muy “nojado”.
Marta (mamá de Bárbara): salimos del jardín y nos íbamos caminando a casa, que quedaba a dos cuadras. Estábamos llegando cuando nos cruzamos con un vecino, que empezó a pedirle un beso. Barbi, enojada, me miró y me dijo: Este señor es muy feo, mami, ¡no le voy a dar un beso!
1 comentario:
Geniales las anécdotas!
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