23 oct 2009

la anécdota del día

Luciana (mamá de Juan): Era tarde, cerca de las dos de la mañana, Juan, que todavía no había cumplido diez días, lloraba desconsoladamente hacía más de 250 minutos.
Era la primera vez que el llanto resultaba intenso, angustiante y sostenido: "Algo le pasa, vayamos a la guardia"
En cinco minutos llegamos a la guardia del CEMIC, Juan dormido, cerró los ojos ni bien arrancó el auto.
“A mi hijo le duele algo”, a lo que el recepcionista me contestó: “No parece... pero espere que me comunico con neonatología”
El tipo hablo en vos baja por teléfono, y me dijo: “Tome asiento. En 45 minutos los va a ver el médico”
El papá y yo nos miramos. Decidimos esperar los 45 minutos en casa ya que hasta para nosotros la situación era ridícula: Juan seguía durmiendo plácidamente.
Nunca volvimos a la guardia. Nos despertamos los tres al día siguiente, cerca de las diez de la mañana.

1 comentario:

tangoxflor dijo...

Mi hija tenía lo que algunos llaman el llanto del crepúsculo (que cuando cae el sol les agarra un ataque de llanto por horas) y lo solucionamos con algo raro: descubrimos que le gustaba LOS PALMERA!!! Y apenas se lo poníamos paraba de llorar. Prueben! Nos resultaron INFALIBLLES!