30 abr 2010

Se acerca el momento y tengo miedo al parto...

Miedo a que duela mucho. Miedo a no llegar a la clínica. Miedo a perder el control de la situación y hacer un escándalo. Miedo por la salud del bebé. Miedo a no lograr ser buena madre. Miedo a no volver a tener el cuerpo de antes. Miedo a que algo no salga bien…
El miedo al parto es algo común a todas las mujeres, sobre todo cuando se está llegando al final del embarazo y más aún si se trata del primero. Además, gracias a las telenovelas, películas y anécdotas exageradas de amigas y conocidas, las futuras madres se hacen una idea errada del parto que se parece más a una película de terror que a la realidad. ¿Quién no escuchó que las contracciones son insoportables? ¿Y que si te dan mal la anestesia corres riesgo de quedar paralítica?... Podemos decir que el miedo al parto es un miedo “que se aprende”
Cada parto es distinto, depende de cada mamá, incluso una misma mujer va a tener partos distintos con cada uno de sus hijos. Y el dolor depende del que lo sufre: hay mujeres para las que las contracciones son un dolor soportable y otras que no soportan ni un dolor de cabeza.

¿Cómo zafar del miedo?
- Estar bien informada acerca del parto. Saber qué es lo que está pasando y qué es lo que están haciendo los médicos va a hacer que te sientas más segura.
- Hacer algún curso preparto en el que te enseñen técnicas de respiración y relajación. De esta forma vas a lograr que los músculos que participan del parto no estén rígidos y por ende, que el proceso sea menos doloroso.
- Depositar tu confianza en el médico que te atiende. Si estás convencida de que estás en buenas manos, lograrás una relajación más fácil.
- Compartir tus miedos con tu pareja, con tu médico, con tu familia, con una amiga. Hablar acerca de lo que asusta hace que se vuelva menos temible.
- No ser pesimista si todos los estudios que se hicieron durante el embarazo han dado buenos resultados. ¡Fuera paranoias! Si piensas en positivo, liberararás más oxitocina, una hormona que ayuda a olvidar el dolor y a conectarte con tu hijo.
- Recordar que el parto es algo natural, no una intervención quirúrgica por una enfermedad. Tu cuerpo está preparado para pasar por este proceso y el premio es ver la carita maravillosa de tu bebé. Piensa además que la mayor parte de las mujeres que han parido, se atreven a repetir: así que no debe ser tan terrible.

Ninguna mujer debería sufrir miedo por el parto: sentir la felicidad de la experiencia y compartirla con su pareja, sentir orgullo por participar activamente de él, saber que es el inicio de la aventura de ser mamá. Por ello, cuando salgas corriendo para la clínica, no tengas miedo ni te preocupes: corré con alegría, estás yendo al encuentro de tu hijo.

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