2 sept 2010

Una madre le donó parte del hígado a su bebe de 10 meses


Cuando Osiris Molina se enteró de que su bebe de apenas tres meses de edad necesitaba un trasplante de hígado de donante vivo, sintió mucho miedo por Facundito. Pero la confirmación de que ella podría ser la donante le dio aún muchas más fuerzas para encontrar el centro médico fuera de Panamá donde se hiciera esa cirugía.

Fue el mismo equipo que le diagnosticó a su bebe la obstrucción congénita de las vías biliares el que le mencionó a la Argentina como el lugar en que debería intentar el trasplante. Siete meses después, un equipo de la Fundación Favaloro realizó el trasplante con una nueva técnica miniinvasiva mediante videolaparoscopia, que redujo de siete a tres días el alta materna y las complicaciones de este tipo de intervenciones.

"Lo novedoso es la técnica con la que hicimos la cirugía en la mamá para extirparle el hígado que le trasplantamos al bebe -precisó el doctor Gabriel Gondolesi, director del Instituto de Trasplante Multiorgánico de la fundación-. Suele ser una cirugía delicada porque es en una persona sana, que dona parte de un órgano. Por lo tanto, es una doble responsabilidad: tiene que salir bien y el donante debe sufrir la menor cantidad posible de complicaciones o efectos adversos."

El diseño de la intervención, que fue simultánea en la mamá y el bebe, estuvo a cargo del doctor Pablo Barros Schelotto, cirujano especializado en trasplante hepatobiliar videoasistido del instituto de Favaloro.

Para eso, se le hicieron estudios previos a Osiris por ecografía y tomografía para identificar qué parte del hígado era la más indicada para el trasplante. Con ayuda de un software especial de medición, se determinó que sólo se necesitaban dos de los ocho segmentos del órgano materno para reemplazar el hígado con cirrosis de Facundito Cox.

La atresia de las vías biliares es una obstrucción congénita de los conductos que transportan la bilis del hígado a la vesícula biliar. Cuando no se trata a tiempo, produce cirrosis e insuficiencia hepática. Según confirmaron los expertos, es la causa más frecuente de trasplante hepático en los chicos.

Orificios mínimos
La nueva técnica utilizada por primera vez en nuestro país para extirpar un órgano de donante vivo reemplaza la incisión en la línea media del tórax, y otra más amplia en forma de medialuna (en boca de horno) en el abdomen.

"Esta fue la mejor opción que encontramos para la mamá -sostuvo Barros Schelotto-. La ventaja es que se acelera el tiempo de recuperación y de regreso a la vida normal. Además, se reducen las complicaciones, como el dolor, pero también los riesgos intraabdominales, porque las manos del cirujano no tienen tanto contacto con las vísceras."

El 75% restante del hígado cumplirá la misma función que el órgano completo, sin efectos adversos para la salud de la donante.

La intervención, que duró once horas, fue simultánea en Osiris, de 30 años, y su bebe: apenas el equipo a cargo de Barros Schelotto extirpó los 380 gramos del hígado materno, el equipo de Gondolesi comenzó el trasplante en Facundito (ver infografía). El resultado fue tan bueno que esa misma noche, el bebe sólo necesitaba la sonda de alimentación.

Anteayer, comenzó a recibir alimentos y la terapia inmunosupresora por vía oral en la Unidad I de Cuidados Intensivos Pediátricos, donde los enfermeros se turnan para alzarlo y hacerle muecas en los pocos momentos en los que Osiris o su papá, Fernando, no están. "Me sentí muy feliz de poder darle una parte de mí a mi bebi , que ya tiene mejor el colorcito de la piel y los ojitos -dijo la mamá a LA NACION en el hall de la unidad-. Poquito a poquito, Dios nos ayudó hasta acá."

Fuente: La Nación.

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