31 ago 2010

Mamá: te escucho

El oído es el uno de los primeros sentidos que desarrolla un bebé dentro del útero de su mamá: aparece en la tercera semana de gestación, empieza a funcionar en la semana 16 y se supone que un bebé empieza a escuchar activamente recién en la semana 24.
Si bien no escuchan de la misma forma que escuchamos nosotros ya que el líquido amniótico hace que los sonidos lleguen amortiguados, pueden sentir y reaccionar ante algunos sonidos: por eso es importante saber que lo que tu bebé escuche mientras esté en la panza puede ayudarlo para su desarrollo y para su estado de ánimo.
Por ello es necesario evitarle la contaminación auditiva: el tráfico intenso, los ruidos fuertes, la música muy alta o con ritmos demasiado rápidos pueden causar sobresaltos y movimientos agitados a un bebé que debería estar cómodo y tranquilo.

¿Qué es lo que escucha?
Los primeros sonidos que escucha un bebé son el latido del corazón de su mamá y su voz: existen estudios que demuestran que los recién nacidos prefieren escuchar las historias o las melodías que sus mamás narraban o cantaban mientras ellos estaban cómodos en el útero.
Las mamás, instintivamente, saben esto. Y todas tratan al pequeño alojado en su panza como a una personita, llamándolo por su nombre, hablándole, contándole cuentos, recitándole poemas o tarareando alguna canción una y otra vez. Y este instinto no se equivoca: los últimos descubrimientos confirman que es posible comunicarse de esta forma con el bebé sino que al ser tu vientre su primer hogar, todo lo que experimente en él determinará de alguna forma su futuro, construyendo así la base del desarrollo de su potencial biológico, social y psicológico.

¿Cómo observo esto?
Existen muchas pruebas de que tu bebé te escucha. Y de que escucha todo. Podés comprobarlo, por ejemplo si un día estás relajada, descansando y de repente se cierra una puerta con un estruendo que te sobresalte: probablemente tu bebé te pegue una fuerte patada. O si el papá acerca la boca a tu barriga y le habla con dulzura: el niño se moverá para acercarse al punto preciso de donde proviene la voz. O si escuchas, durante todo el embarazo, el mismo tipo de música: cuando llore desconsolado, ya fuera del útero, puedes ponerle la misma melodía y verás como se calma.

Según los chinos, la fecha de nacimiento de una persona no es la del parto sino la de la concepción. Y tienen razón: muchas investigaciones demuestran que gran parte del carácter y de la salud psicofísica tienen su origen durante esos nueve meses. Por eso, señoras madres, hay que mimarlos y hablarles desde el primer minuto.

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