16 dic 2009

Mamás solidarias que salvan vidas


Un banco es aquel lugar en donde guardamos dinero. O joyas. O bonos. O cualquier elemento de valor que mantenemos en custodia para recurrir en caso de necesidad. Pero, si hablamos de Bancos de Leche, ¿de qué estamos hablando? Casualmente también de un lugar donde guardamos… leche, sí… leche materna… para recurrir a ella en caso de necesidad. Casi igual, ¿no?
Un Banco de Leche es una institución impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se recolecta, pasteuriza y almacena leche materna para dársela a bebés que no pueden alimentarse con la leche que producen sus mamás. En estas instituciones se realizan básicamente tres actividades:
1. Se brinda apoyo a todas aquellas mujeres con dudas o dificultades relacionadas con la lactancia materna.
2. Se recolecta el excedente de leche de aquellas mamás que amamantan, se la procesa, clasifica, conserva y distribuye entre los bebés que la necesitan.
3. Se realizan investigaciones y actividades relacionadas con la información y educación, promoviendo y apoyando la lactancia materna.
En estos lugares, las verdaderas protagonistas son las madres donantes, que contribuyen a la óptima alimentación y al sano crecimiento de muchos pequeños que no son sus hijos. Y con esta solidaridad, salvan vidas.

¿Cómo?
La leche materna es el alimento ideal para el bebé durante sus primeros meses, posee un alto valor nutritivo y por su importancia inmunológica es considerada “la primera vacuna” que recibe el bebé. Por eso, la lactancia es considerada una poderosa herramienta para mejorar la salud y la tasa de supervivencia infantil.
No obstante, no siempre las mamás pueden amamantar. Por ello, es posible recurrir a la solidaridad de otras mamás que donan su excedente de leche a los Bancos de Leche Humana para que se distribuya, como parte de una estrategia para salvar vidas entre los más vulnerables.
Mientras que el Modelo Europeo se caracteriza por mezclar la leche recolectada de diferentes mamás, el Modelo Iberoamericano separa y clasifica la leche obtenida, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
a- si se trata de calostro, leche de transición o leche madura.
b- su acidez.
c- su aporte calórico- energético.
d- la edad del bebé de la mamá donante y la edad de gestación en la cual ocurrió el parto.
Esto permite, a la hora de alimentar un bebé en particular, seleccionar la leche que mejor se adapte a sus necesidades.

¿Dónde?
En Argentina funciona un Banco de Leche Materna en el Hospital San Martín de la Ciudad de La Plata y dos unidades operativas en el Hospital Materno Infantil Ramón Sardá de la Ciudad de Buenos Aires y el Hospital Dr. Julio Perrando en Resistencia, Chaco.

¿Quién puede donar?
Pueden donar todas las mamás de bebés prematuros internados en neonatología (abastecen a sus hijos y tienen excedente), las mamás de niños en término durante su estadía en la maternidad y toda aquella mamá que abastece a su hijo, tiene excedente y lo está desechando. En este último caso puede acudir al Banco de Leche o pedir que la retiren de su domicilio.
Es importante saber que no existe ningún tipo de comercio detrás de estas organizaciones: no se le paga a la mamá que dona su leche. Y también, que debe haber controles sobre la mamá para constatar su estado de salud, que no fume, no tome medicamentos ni alcohol.

¿A quién va destinada?
Cualquier bebé puede hacer uso de la leche del Banco pero se da prioridad a los más vulnerables: prematuros, de bajo peso, enfermos, con infecciones graves, con alergias a la proteína de la leche de vaca, desnutridos, etc.

Los Bancos de Leche Materna nos garantizan que morirán muchos menos bebés por año. Este único dato debería bastar para que las mamás nos decidamos a hacer un esfuercito y ser solidarias con nuestra leche.

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