4 dic 2009

¡Y se va la quinta! ¡Y la sexta!

Padres: eruptivas hay cada día más, ¿o alguno de ustedes padeció la quinta enfermedad, acaso? Nunca fuimos más allá de una varicela o un sarampión, los más viejitos. Por eso, Tu bebé crece decidió llamar al doctor amigo para que nos cuente de qué se tratan estas enfermedades.
Augusto Fernández, médico pediatra, habló así sobre cada una de ellas:

1) Quinta enfermedad: se la conoce también como eritema infeccioso o parvovirus, es una enfermedad infectocontagiosa causada por un virus llamado parvovirus B19, presente únicamente en los seres humanos, por lo tanto los animales no la transmiten. Es frecuente en los niños menores de 6 años, aunque se han dado casos de quinta enfermedad en adultos. El contagio se realiza de persona a persona, por contacto de secreciones nasales, bronquiales o saliva: compartir utensilios o vasos, una misma servilleta o pañuelo, etc.
En ocasiones sólo provoca síntomas similares a los de un resfriado: fiebre y malestar general. En otras, luego de varios días con estos síntomas, aparece una coloración rojiza en las mejillas de contornos nítidos y que pica. Para el tratamiento sólo se indica paracetamol (para bajar la fiebre) y talco mentolado para disminuir la picazón.

2) Sexta enfermedad: también llamada roseola del lactante o exantema súbito, se cree que de origen vírico (herpes virus-6 humano). Tiene un período de incubación de entre 7 y 15 días y se contagia a través de la tos, estornudos y secreciones salivales. Al igual que la quinta enfermedad, aparece fiebre alta y una vez que ésta pasa, aparece la erupción, que en este caso son manchas sobreelevadas de color rojo en todo el cuerpo. Tampoco tiene un tratamiento específico, sólo se suministra paracetamol para bajar la temperatura.

Fernández asegura que ambas enfermedades son muy comunes en niños escolarizados y que cada una de ellas tiene una característica particular: en el caso de la quinta, “el enfermo contagia solamente antes de que aparezca la erupción” y en el de la sexta asevera que “es muy llamativo cómo el paciente recupera velozmente su estado de salud, una vez que surge la erupción”. Por eso padres:¡no desesperen, bajen la fiebre y busquen las manchitas!

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