25 ago 2010

Descubrir una nueva forma de amar: los tíos


No hay dudas de que los vínculos se construyen y que esa construcción no tiene que ver con cantidad de tiempo sino con calidad de los momentos compartidos. Y para hablar de este tipo de vínculo “construido”, un buen ejemplo sería el de tíos- sobrinos.
Hermanos o hermanas de mamá y papá pueden pasar inadvertidos en el esquema familiar o pueden convertirse en cómplices, confidentes, modelos a seguir, compañeros de juegos y salidas divertidas… es decir que pueden optar por ser un pariente más u ocupar un lugar central en la historia de los chicos.
Es que los tíos no están tan preocupados por las cuestiones educativas y referidas a la crianza como sí lo están los padres. Por ello pueden dedicarse en cuerpo y alma a lo afectivo, al juego, a la complicidad: “Yo no pienso en que tengo que darle verduras, carne y pescado en proporciones saludables… lo llevo a Mc Donald’s y así me convierto en el mejor” cuenta Marcos, un tío soltero, de 25 años, que parece se gana el amor de su sobrino a fuerza de comida chatarra, sin sentirse culpable por ello.
Si la relación entre los hermanos es buena, el beneficio de contar con tíos/ as es invalorable. Y no se trata sólo de que los pequeños cuenten con un aliado incondicional sino de la ayuda que puede traer este tipo de relación a los papás: los hijos conocen lugares y gente gracias a los tíos, salen a pasear y a divertirse con ellos mientras los papás descansan y hasta los tíos hacen de “niñera” en aquellas noches en que los padres quieren salir en pareja: siempre son más confiables (y baratos) que una buena baby sitter…
René (30), tío de Santi (3) y del que está lejos por razones laborales y geográficas nos cuenta: “cada vez que lo veo siento que me pierdo mucho de él pero también noto su alegría, excitación y ganas de jugar todo el tiempo, cuando estamos junto tengo la sensación que el siente lo mismo que yo, y como nos vemos poco, intentamos disfrutarnos lo mejor posible...hoy me enteré que quiere unos trenes nuevos...y que como su mamá le pidió tiempo, le dio como opción a que me llame para contarme, sabiendo que eso provocaría la llegada de los trenes, ya que cuando lo veo trato de regalarle todo lo que quiere. Extrañarlo no genera en mí un mayor amor, sino un mayor deseo de que el tiempo se congele cada vez que estamos juntos. Me encanta comer alfajores y mirar la tele con el...siento que no sé por qué soy con el único con quien mira tele, no es porque me quiera más a mí sino porque creo que hemos generado una química muy especial”
Otra vez, entonces: la complicidad, el hacerle todos los regalos que piden, el comer golosinas que los padres intentan medir… ese disfrute de una relación sin responsabilidades tan importantes como las de los papás, sin presiones ni angustias: los tíos están para disfrutar de los sobrinos y los sobrinos para disfrutar y “aprovecharse” de los tíos.
Lele, una tía “recién estrenada”, orgullosa y feliz nos describe así lo que siente: “Casi como para padres primerizos, los tíos primerizos (especialmente después de los 25 años) descubrimos una forma de amor incondicional, que abarca rincones jamás antes imaginados. A mí me cambió todo, las prioridades, los miedos, las vacaciones, las compras…etc. Todo es para ella y por ella (mi sobrina, mi Charito), verla tan poquito, debido a la distancia, es muy doloroso porque si por mí fuera estaría todo el tiempo jugando con ella, para no perderme nada de nada de lo que hace, malcriándola como corresponde a los tíos, y enseñándole a decir “tía”. Casualmente casi todas mis amigas y yo fuimos tías en el último año, y compartimos esta emoción que nos invade desde que gozamos del título. Nos sentamos como bobas a hablar de nuestras sobrinas, y preparamos a las que les falta poquito para que sepan que llorar como condenadas el día que nace esa personita, es normal y van a conocer una nueva forma de amar”
Si así lo quieren y trabajan para ello, los tíos ocupan un lugar protagónico. Y pueden darse el lujo de ser tal cual son porque los sobrinos no dependen de ellos para sobrevivir ni para ser educados. Así que tíos, a mimarlos, a malcriarlos, a consentirlos…. Que los límites los pongan los padres que esa es su tarea.

3 comentarios:

Verónica Guarnaccia dijo...

Todas las tías y tíos lean esta nota....es hermosa !!!! Después de los hijos, los sobrinos son lo mejor que nos regala la vida.

Leo Dri dijo...

Upa! buenisimaaa la nota, pero me gustaria aclarar unas cositas (en defensa de los "tios", con respecto a una parte de la nota que dice: "...Es que los tíos no están tan preocupados por las cuestiones educativas y referidas a la crianza c ...omo sí lo están los padres..."
Muchos de nosotros, los tios, si nos preocupamos de la educacion, de la alimentacion, del aprendizaje y de la salud de nuestros sobrinos, lo que pasa es que no qeremos (casi todos) invadir el terreno de los padres, contradiciendo sin querer ordenes de vida que imparten ellos, o simplemente marcando errores de los padres, poniendo a los hijos en jurado/complices nuestros, no siendo objetivamente correcta tal accion.
Por otro lado, con respecto a la parte que dice: "...cuenta Marcos, un tío soltero, de 25 años, que parece se gana el amor de su sobrino a fuerza de comida chatarra, sin sentirse culpable por ello...", es un FENOMENO!!! Porque deberia sentirse culpable...???

Excelente tu pagina Vicky, no solo para padres... :)

Melisa Lafalce dijo...

hermosa nota vi... me emocione y me senti super identificada, no se como es tener un hijo todavia, pero sin duda, mi kikita fue lo mejor que me paso en la vida...