8 jun 2010

Madres saludables...bebes saludables, país saludable


“Imaginemos que en el mundo se hubiera inventado el producto ideal para alimentar y vacunar a todos los bebés. Imaginemos también que ese producto estuviera al alcance de todos, que no contaminara y no requiriera almacenamiento ni distribución, y que ayudara a las madres a planificar sus familias y redujera al mismo tiempo el riesgo de cáncer. E imaginemos ahora que el mundo se negara a aprovecharlo.
Hacia el fin de este siglo de descubrimientos e invenciones sin precedentes, la situación descripta no es, lamentablemente ficticia, el producto ideal es la Lactancia Materna, a la que todos tenemos acceso al nacer y la que, sin embargo, no estamos aprovechando....”


Con esta frase acuñada por una sabia enfermera termino siempre mis charlas sobre Lactancia Materna. Estas charlas están destinadas a todo el personal de las maternidades y centros de salud de mi provincia, a las madres que concurren al taller de embarazo y crianza de nuestro hospital, a alumnos de enfermería y de medicina, a la comunidad en general.
¿Por qué es necesario hablar de la Lactancia Materna? ¿Por qué debemos volver a enseñar algo que es inherente a la especie humana?
Pues porque hemos perdido la cultura del amamantamiento y la hemos reemplazado por la del biberón, impuesta a las familias por las empresas lácteas multinacionales y otros intereses a través de la publicidad y –lamentablemente- también por medio de los profesionales de la salud. Una cultura que explota la necesidad y el derecho de las madres de salir del hogar para trabajar sin que en sus lugares de trabajo se apoye, se facilite o siquiera se respeten las insuficientes normas vigentes para la preservación de la Lactancia Materna.
En el mundo, más de un millón y medio de niños mueren anualmente antes de cumplir el primer año de vida por enfermedades evitables con sólo recibir leche materna, como la desnutrición y las diarreas.
En función de la evidencia científica, y por sus múltiples beneficios, la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF proponen la Lactancia Exclusiva durante los primeros 6 meses y luego lactancia materna con alimentos nutritivos adecuados hasta los 2 años o más.
Pese a ello, en La Argentina empobrecida de hoy seguimos desperdiciando este elemento tan valioso, ya que en la actualidad no todas las madres amamantan y sólo una minoría lo hace en forma exclusiva durante los primeros meses de vida del bebé. En tiempos en que muchas de nuestras familias están subalimentadas, ello no es un dato menor. Está demostrado que las mujeres que amamantan, pueden producir leche aún con ingesta calórica inadecuada. El costo mensual de la leche en polvo que se requiere para un bebé es mayor que el costo para alimentar adecuadamente a la madre. El ahorro para la familia y para la sociedad que la lactancia materna produce es hoy un argumento de tanto peso como los innumerables beneficios para la salud y el bienestar del binomio madre hijo/a.
Volver a la lactancia materna, aceptar la maravillosa ofrenda de la “sangre blanca” es un acto tanto de amor como de inteligencia. Y en tiempos de crisis, un imperativo ético.

Alejandra Mercado
Médica de Familia y madre de 4 niñas.
Fuente:
www.dardemamar.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola: algunas mamás se excusan por falta de paciencia. Tengo una bebé de 1 año y medio y aún le doy teta. A mi hija de 6 le dí hasta los dos años y gracias a Dios es un torito! si bien como todo chico se enferman, resuelven sus enfermedades con mucha facilidad por las inmunoglobulinas de toooooodas las enfermedades que tuve! además es tan lindo sentirlos ahí cerquita de una como cuando estaban en la pancita...

Mariana Peretti dijo...

No hay nada más lindo en el mundo!!!!!