23 feb 2010

¡Ayúdenme a parir!- Las doulas


La palabra doula proviene del griego y se refería a la mujer esclava que servía a otra mujer o a un hombre, En la actualidad quien primero habló de doula para referirse a las mujeres que ayudaban a otras madres en el cuidado del recién nacido en Filipinas fue la antropóloga Dana Raphael.
Según DAR (Doulas de Argentina), una doula es una mujer que ha tenido hijos y se pone al servicio de otra mujer que va a parir, acompañándola en el embarazo, el parto y el puerperio. Años atrás, las familias eran numerosas y la parturienta estaba rodeada de mujeres (madre, tías, hermanas) que ayudaban ocupándose de las cuestiones domésticas y de contenerla afectivamente. Hoy, en cambio, las grandes familias ya no viven bajo el mismo techo y las mujeres perdimos el “entorno femenino facilitador” del parto y la crianza. Así surgen las doulas, como una forma de recuperar ese aporte, esa protección y ese soporte emocional.
Roxana González de DAR nos cuenta que “en términos generales, la figura de la doula no está demasiado aceptada. Muchas veces se la intenta asimilar a algún rol conocido, como ser acompañantes terapéuticas o preparadoras corporales, lo cual es complicado porque están esperando algo diferente a lo que hacemos, o por el contrario no esperan nada de lo que hacemos y se sorprenden”.

¿Qué hace la doula?
Ante todo hay que saber que una doula NO se ocupa de los aspectos clínicos del parto: su tarea fundamental es la de acompañamiento y la de intentar que cada mujer se conecte con sus deseos sobre cómo quisiera que sucedieran las cosas durante el parto y llevar a cabo estos deseos dentro de lo posible.

¿Cuáles son sus funciones, entonces?
Una doula pone al servicio de la mujer embarazada todos sus conocimientos tendientes a obtener bienestar: masajes, ejercicios respiratorios, reiki, dígitopuntura, ambientación con música y cualquier tipo de actividad que pueda ser de su agrado y que la ayude durante el trabajo de parto. Siempre respetando los deseos de la mujer puede acompañar durante las contracciones, acercarle lo que necesita (agua, abrigo, aire fresco, por ejemplo), sugerir posturas más cómodas o simplemente “estar ahí” Lo que hace una doula es mantener una atención cuidadosa pero no invasiva, comprendiendo las necesidades de la mujer y aportando algo que es muy difícil de conseguir en los ambientes hospitalarios: paciencia.
Michel Odent, prestigioso ginecólogo francés, pionero en la promoción del parto fisiológico dice que “el valor de una doula radica fundamentalmente en lo que “es” y no en lo que sabe o hace”. Ello porque una doula es simplemente una mujer que ha parido, que sabe de qué se trata, en consecuencia su capacidad se basa en lo vivido, en una experiencia intransferible: ninguna enseñanza puede reemplazar el camino recorrido.
Sin embargo hay cuestiones de la tarea de las doulas que sí deben estar presentes:
- conocer la fisiología del parto.
- conocer los pormenores del parto con diversos grados de dificultad y de la cesárea.
- manejar información que le permita detectar patologías.
- tener conocimientos de primeros auxilios.
- entender la importancia del apoyo y acompañamiento emocional.
- estar siempre atenta a las necesidades de la mujer.
- proveer el máximo bienestar posible, sin perturbarla en su trabajo de parto.
- privilegiar la atención a la parturienta por sobre la atención a cualquier otra persona.
- respetar la decisión de la mujer y su pareja en cualquier caso, aunque ésta sea la de dejar afuera del parto a la doula.
- fomentar el vínculo madre- bebé y la lactancia materna.
- conocer previamente a la parturienta para establecer un vínculo de honestidad y confianza y detectar así sus preferencias, inquietudes, personalidad.
- alentar a la embarazada para que obtenga la máxima información posible, por medio de preguntas a su médico y partera.
- alentar a la parturienta a conocerse y a pedir TODO lo que necesita.

¿Reemplaza la doula a la partera, al obstetra o al papá del bebé?
Nunca. Una doula no interfiere con ninguna otra persona que forme parte del equipo asistencial ni con el papá.
Veamos las diferencias:
Doula/ Partera: una partera está preparada para asistir un parto en condiciones normales mientras que una doula no interviene en cuestiones obstétricas ni está facultada para evaluar el progreso del parto ni para detectar patologías, se concentra en la mamá brindando asistencia pero no puede desarrollar ninguna tarea clínica.
Doula/ Obstetra: el obstetra entra en escena cuando el trabajo de parto está muy avanzado y es el que resuelve cualquier situación que requiera intervención médica.
Doula/ Papá: el papá atraviesa una situación muy intensa, con muchas emociones mezcladas y la doula sirve de soporte también para él.
En Argentina recién ahora se está empezando a conocer el servicio de las doulas; según González “hay algunos profesionales (contados con los dedos) que han tenido la oportunidad de compartir un nacimiento donde hubo una doula y cuando esto sucede, en general pueden apreciar los beneficios para la madre y la familia. Como no existe un título oficial de doula es difícil entrar en una institución como tal. Pero hay algunas que tienen una mentalidad más de vanguardia, que están incorporando doulas muy de a poquito”.

¿Y de leyes, cómo andamos?
La ley argentina no contempla la figura de la doula específicamente. Tampoco existe una legislación que las prohíba. La especialista nos cuenta que “en realidad, desde que existe la ley 25929 de derechos en el nacimiento, toda mujer tiene derecho a estar acompañada por alguien de sus afectos. En el caso de que no hubiera una pareja, o un familiar dispuesto, estarían habilitadas las doulas, aunque la ley no lo explicite. De cualquier manera, la realidad es que las prohibiciones a entrar a la sala de partos son una convención, o sea, usos y costumbres de las instituciones. Es muy claro que cuando hay buena disposición del profesional que asiste, las doulas pueden estar en la sala de partos sin ningún inconveniente, como de hecho sucedió en varios casos. En otros países, las mujeres paren acompañadas de quien quieren. Observarlo es fácil: miren los programas de Discovery Home and Health y se van a dar cuenta.”
Ante esta resistencia de los médicos y de los establecimientos es necesario, para el caso de querer contar con la ayuda de una doula durante el parto, abordar y resolver el tema con anticipación: nunca es recomendable tomar esta decisión o plantearla a último momento. Para González es importante estar durante el parto “con alguien con quien la mujer se siente cómoda, en confianza y en intimidad, y no alguien impuesto como lo son la mayoría de los personajes que rodean a la parturienta en las salas de parto”

¿Cuándo solicitar una doula y por qué?
Durante el embarazo. En la clínica después del nacimiento. Al regresar a casa después del parto. Cuando el papá retoma su trabajo. Si me siento temerosa, sola, indefensa, angustiada, triste. Si creo que “no voy a poder sola”. Si el bebé llora mucho y no sé que hacer. Si tengo problemas con la lactancia. PORQUE NECESITAMOS AYUDA.

Más información:
http://www.doulasdeargentina.com.ar/
http://www.fundacioncreavida.org.ar/
http://www.crianza.com.ar/


1 comentario:

Roxana dijo...

Gracias, quedó muy lindo!