2 feb 2010

Del “ajó, ajó” al “quiero un auto rojo” sin escalas…

En la época en que los bebes comienzan hablar ya han adquirido un considerable conocimiento del mundo, no sólo acerca de cómo funcionan los objetos inanimados y de cómo funcionan su propio cuerpos, sino también como se producen las interacciones sociales. Los bebes, si bien no pueden decirnos verbalmente lo que quieren y no quieren, pueden ejecutar lo que saben y desean con considerable precisión. Por ejemplo es capaz de señalar su juguete e interactuar con él antes de saber decir “mío”. Se trata simplemente de que hay un lapso de tiempo durante el cual se acumula un rico conocimiento experimental, el cual de algún modo se ensamblará con un código verbal, con el lenguaje.
El desarrollo de lenguaje verbal comprende dos etapas:

1) Etapa Pre-lingüística: Esta etapa comprende las expresiones vocales y sonidos que realiza el bebé desde el llanto hasta los gorjeos y balbuceos en el primer año de vida. Es muy importante ya que es la que permitirá formar las bases necesarias para la producción de sonidos, sílabas y palabras.
2) Etapa Lingüística: Empieza cuando el niño expresa la primera palabra, ya no sólo realiza emisiones de fonemas aislados (sílabas como pa, da, ma) sino que empezará a expresarse verbalmente a través de palabras y frases con contenido semántico y sintáctico.

Mes a mes

Es importante tener en cuenta que este es el proceso normal del desarrollo del lenguaje en los niños pero que es posible que algunos salgan de los estándares establecidos. Esto es común, ya que cada niño es diferente como también su entorno.

De 0 a 1 mes: El bebé presta atención a los sonidos o gritos. Se comunica a través del llanto buscando la satisfacción de sus necesidades.
2 meses: Presta especial atención a la voz y sonidos familiares. Los ruidos y llantos que produce empiezan a diferenciarse según la causa que los provoca. Aparece la sonrisa social.3 meses: Emite vocalizaciones y sonidos guturales “ga, ga” “gu, gu”, empieza a producir balbuceos con algunas consonantes y vocales.
4 meses: Existe mayor interés por parte del bebé hacia las personas y los objetos, empieza a darse cuenta que los sonidos que emite producirán un efecto en su entorno, aprende la función de la comunicación verbal, por ende las vocalizaciones y gorjeos aumentarán. Aparecen los primeros “ago” y vocalizaciones como “aa”,”uu”, “ee”
6 meses: Por medio de los balbuceos comienza a interactuar con las demás personas, emitiendo más vocales unidas a consonantes para formar sílabas (pa, ma, ba, ta,ca)
8 meses: Es la etapa del parloteo, emite más silabas seguidas a modo de respuesta a sus conversaciones, por ejemplo: “da-da”, “ba-ba”, “ma-ma”.
10 meses: Responde a su nombre y a consignas simples tales como “no”, “vení”. Vocaliza de manera más articulada, empieza a imitar palabras (mamá, dada, papá)
12 meses: Imita las palabras y la entonación de los adultos. Comprende órdenes y prohibiciones y dice de tres a seis nuevas palabras, generalmente sustantivos con amplio contenido.
15 meses: Habla en jerga.
18 meses: Su nivel de comprensión mejora notablemente, empieza a pedir las cosas señalando o nombrando los objetos, puede pronunciar correctamente un promedio de diez palabras, señala algunas partes de su cuerpo cuando se lo piden.
2 años: Se interesa más por la comunicación verbal, ya es capaz de expresar frases de dos a tres palabras y de utilizar algunos pronombres personales (mío, tú, yo).
3 años: Existe un incremento rápido del vocabulario, cada día aprende más palabras, su lenguaje ya es comprensible. El uso del lenguaje es mayor y lo utiliza al conversar con los demás o cuando está solo.
4 años: A esta edad el niño prácticamente domina la gramática, su vocabulario sigue desarrollándose, utiliza pronombres, verbos, artículos. Esta edad es caracterizada por las preguntas ¿qué es? ¿por qué? ¿para qué?

Cómo estimular el lenguaje en los niños:

- Háblele y comuníquese con su bebé, el empezará a conversar con usted por medio de balbuceos, sonidos y luego palabras.
- Responda verbalmente y con mucho afecto a los sonidos producidos por el bebé.
- Haga juegos de labio para que él lo imite, haga sonidos y soplos, imite y refuerce también los sonidos producidos por el bebé tratando de estimular la producción de palabras. Por ejemplo si dice “ma”, diga usted “ma”…. ¡mamá!”.
- Ponga énfasis al vocalizar las sílabas o palabras, la articulación debe ser clara y lenta.
- Enséñele canciones sencillas y cortas acompañadas de gestos y palmadas.
- Enséñele cómo se llaman lo objetos que señala o interesan al niño. Hay que utilizar el nombre real del objeto para que vaya incorporando vocabulario, nada de “babau” o “tutú”: hay que decir perro o auto.
- Juegue a producir sonidos onomatopéyicos (sonidos de animales perro, gato, pato, etc.)
- Muéstrele láminas, fotos, cuentos, para aumentar el vocabulario del niño.
- No corrija al niño cuando no pronuncia adecuadamente los fonemas, evite decir “no así no se dice, es así…”, es suficiente con que lo escuche a usted pronunciar dicha palabra de la manera correcta y que intente hacerlo, poco a poco irá mejorando, no lo presione demasiado.
- Incentívelo a comunicarse, a pedir las cosas a través de palabras o frases. No olvide felicitarlo y mostrarse contenta cuando logra hacerlo.

La información de esta nota fue suministrada por la Lic. en Fonoaudiología Josefina Courtis, quien realizó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires y que actualmente se desempeña como Fonoaudióloga en la Centro de Rehabilitación y Educación Terapéutica de FLENI en Escobar.

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