16 mar 2010

La iniciación deportiva


Los niños nacen moviéndose. Gracias a su capacidad de empujar logran salir del útero de la madre. Luego reptan, gatean y comienzan a caminar y a conocer el mundo en posición vertical. Con el tiempo, las necesidades físicas de mover el cuerpo aumentan, y para mantenerlo sano, es importante practicar ejercicio. Por eso hay que comenzar a fomentar este hábito desde que son chicos.
La práctica de la actividad física, combinada con una alimentación equilibrada, disminuye la propensión a la diabetes, la obesidad y los problemas cardíacos. Además, los beneficios del deporte son innumerables: cultivan el sentido de equipo, desarrollan confianza en sí mismos, superan sus propios límites, aprenden a manejar logros y fracasos y a entender el valor de la preparación para mejorar el rendimiento físico.

¿Por dónde empezar?
Primero hay que saber qué actividad física es la más indicada para tu hijo. Ponerlo en contacto con una amplia gama de opciones y explicarle en qué consiste cada una puede ayudar a identificar lo que le despierta más interés.
De todas formas, sus preferencias naturales determinarán su elección. A algunos les gusta el agua mientras que a otros les da miedo. Hay quienes eligen alternativas competitivas y otros que sólo buscan pasar un grato momento. Lo importante es respetar los gustos del pequeño deportista, las capacidades de su cuerpo y las posibilidades de práctica de la actividad en clubes o escuelas cercanos.

¿Cuántas horas por semana deben practicar deportes?
El cuerpo de los niños de entre 6 y 17 años pide una hora diaria de actividades moderadas y tres o cuatro de prácticas más intensas durante la semana.
Para chicos de poca edad, el principal foco de actividad debe ser la diversión: un buen consejo para los papás es que inciten a sus hijos a probar diferentes deportes. Así después de algunos años, serán ellos quienes puedan elegir libremente.
Pero lo que no hay que olvidar es que hay que mantener un equilibrio entre escuela, actividades deportivas y tiempo de ocio: los nenes necesitan disfrutar de la niñez jugando con amigos y haciendo lo que les gusta, sin la participación de adultos ni de reglas establecidas.

¿Qué deben tener en cuenta los padres?
Las dudas de los papás siempre deben ser aclaradas con el profesor de la actividad: quién será el responsable del alumno, si es necesario un examen médico previo, si la actividad es segura, cuál es el objetivo de la clase (diversión, competencia, etc.), cuál es la formación del profesor, si hay distintos niveles y reglas adaptadas según edad y capacidad de los chicos, etc.

¿Cómo hacer que dejen el sillón?
Uno de los principales desafíos de los padres es descubrir la forma de tornar la actividad física tan atractiva como los videojuegos y la televisión. Para ello, algunas sugerencias:
- Dar un buen ejemplo: los papás que quieran que sus hijos sean activos, también deben serlo.
- Limitar el tiempo que pasan frente a la pantalla: lo recomendable es que no pasen más de dos horas diarias entre televisión y computadora.
- Hablarles positivamente del deporte: nunca mencionar los ejercicios como si fueran un castigo o una tarea a cumplir.
- Orientarlos hacia la elección de una actividad divertida y controlar que se sientan seguros y capaces de realizarla.
- Evitar la elección de una actividad que traiga consecuencias negativas, como presiones por ganar, por ejemplo.
- Demostrar interés por sus logros deportivos, asistiendo a los torneos y aplaudiendo sus esfuerzos.
Como conclusión, es importante transmitirles la importancia y los beneficios que un deporte puede traer a sus vidas, generando en los chicos un aprecio por los ejercicios para que empiecen a llevar una vida sana desde temprano.

Fuente: Revista Sentite Bien.


No hay comentarios.: