23 mar 2010

¿Qué colchón elegimos?




El nene crece. Y llega el momento que, por más amplia que sea la cuna, es necesario pasarlo a una cama común y corriente. ¿Común? ¿O es necesario tener en cuenta algún detalle a la hora de elegir el colchón del pequeño?
Sabido es que los niños necesitan entre ocho y diez horas de sueño por noche para lograr despertar bien descansados. Por ello, un colchón que les permita dormir cómodamente es más que importante ya que les brindará un descanso renovador y tranquilo, necesario para que crezcan en forma saludable.
Tu Bebé Crece se dedicó a indagar sobre el tema y en primer lugar se contactó con el Dr. Pablo Courtis, traumatólogo quien explicó que lo ideal es adquirir “un colchón de densidad media, sin resortes para que no se generen contracturas ni desviaciones de la columna”.
¿Densidad? ¿Y qué es la densidad de un colchón?
La densidad nos indica la cantidad de material que existe en un metro cúbico de producto; por ello, a mayor densidad, mayor dureza del colchón. Al consultar con Dormicentro, una casa especializada en la venta de colchones, sommiers y almohadas, nos dicen que lo que los padres suelen pedir con más frecuencia es un colchón “de espuma y de densidad media; es decir un colchón que no sea exageradamente duro pero lo suficientemente firme como para mantener la espalda recta y evitar problemas en la columna”.
Por su parte, Augusto Fernández, médico pediatra asegura que “para nenes en etapa escolar lo mejor es buscar algún colchón más bien duro, sobre todo para ofrecerle alivio a la tensión que se genera en la espalda con la postura que ellos suelen adoptar al sentarse ante el banco de la escuela”
Si uno empieza a buscar en los comercios especializados puede encontrar múltiples opciones y terminar realmente mareado: con tratamiento antimanchas, con tratamiento con barreras antiácaros para evitar alergias, con fundas con cierres que permiten la higiene periódica del colchón, con los dibujos animados del momento, con cobertores especiales que impiden se mojen cuando se escapa la orina, etc. Todo depende de las posibilidades económicas de cada familia y de la recomendación del pediatra del “bello durmiente”.

1 comentario:

Leo Barcos dijo...

Excelente! Gracias